Las mieles de Tenerife poseen una tradición que se remonta a los primeros testimonios históricos de la isla y eran muy apreciadas por los pobladores locales y los que nos visitaban.

La Denominación de origen protegida “Miel de Tenerife” avala la frescura de las mieles tinerfeñas, así como su diversidad y especificidad, manifestada en mieles multiflorales y trece variedades de mieles monoflorales, que la han hecho tan popular.

Forma parte de la dieta mediterránea desde la época de los egipcios.

La miel es un producto que ha utilizado el ser humano desde sus orígenes. De hecho, las pinturas rupestres de la Cueva de la Araña, en Bicorp (Valencia), que datan de 7.000 años antes de Cristo, muestran como  un hombre está recolectando miel.  Esto demuestra que ya los primeros pobladores de la tierra descubrieron los beneficios de este alimento.